Desde Afuera...
Mirando Hacia Adentro

por: TraceCat98

Michael avanzaba a entrar al edificio, y se escuchaban ráfagas de
detonaciones de armas por todos lados.  Trató lo mejor que pudo de no
separarse de su equipo, pero desafortunadamente, se separaron.  Mientras
llegaba al punto del objetivo, tomó su explosivo, y lo colocó en un tanque
de combustible y la activó.  Los ojos de Michael revisaron el área para
cualquier anomalía, mientras que mentalmente calculaba los segundos antes de
la detonación.  Entonces, al girar para retirarse, observó una figura que se
movía a su izquierda.  Sabiendo que ninguno de su equipo debía estar en el
área, procedió a investigar.

Al acercarse a la figura, su comunicador sonó, y escuchó la voz familiar de
Nikita.  ‘Equipo dos.  Cargas en su puesto.  Prepárense para egresar.’
Michael revisó el perímetro, y procedió hacia adelante en el área donde
había visto la forma.  Acercándose, entro y salió por las filas de los
tanques de combustible; la voz de Jones flotó por el comunicador.  ‘Equipo
tres.  Cargas en su lugar y armadas.  Camino a egresar’.
Michael rápidamente activó su comunicador, y habló despacio y
deliberadamente.  ‘Equipo dos y tres, reúnanse con el equipo 4, y procedan a
regresar al vehículo de misión.  Tengo visto una anomalía para revisar.’
La voz de Nikita, llena de obvia preocupación, viajó a través del
comunicador.
‘¿Michael?  ¿Necesitas refuerzos?’, preguntó ella.
Michael continúo revisando el área a su alrededor.  ‘No.  Me tomará un
momento.  Todos los equipos, prepárense para egresar.’
Luego de asegurarse de que los demás estaban camino a la seguridad, Michael
procedió.
Acercándose a donde había visto la figura, solo encontró una pared de
concreto grande, y nada más.  Pensando que tal vez había sido algún miembro
del equipo; después de todo, la información de la misión había dicho que el
lugar estaba desierto, él decidió regresar al vehículo de misión.
Mientras giraba para regresar, los explosivos fueron activados antes de lo
pensado.  Michael sintió el impacto de la explosión, segundos antes de que
lo oyera, a la vez que era tirado contra los bloques de concreto como un
muñeco de trapo es tirado contra una pared.
Antes de desmayarse, lo último que Michael recordaba, era escuchar la voz de
Nikita que se perdía en el comunicador.  ‘¿Michael?  ¿Estás ahí?’, gritaba
ella rápidamente.
************
La puerta de acceso del vehículo se abrió, y el equipo de la misión
desembarcaron.  Nikita y Birkoff se rezagaron.  Salieron del vehículo, en
silencio, ninguno de los dos queriendo hacer contacto visual con el otro.
No estaban de muy buen humor, y el humor rápidamente iría en deterioro
cuando al levantar la vista, se encontraron con Operations esperando en el
pasillo por ellos.

‘¿Podría alguien explicar que rayos pasó?’, fue la demanda hecha por
Operations, mirando a los dos operativos. ¿‘Y dónde está Michael?’

Nikita y Birkoff se miraron, y entonces miraron hacia el suelo.  Ninguno de
los dos quería hacer contacto visual con Operations.  Ninguno de los dos
quería decirle lo de Michael  Mientras la tensión en el aire incrementaba, y
después de una larga pausa, Birkoff levantó los ojos y miró a Operations.

La misión fue ejecutada tal como se planificó.  Los tanques fueron
destruidos,’ informó. ‘Pero…’ Birkoff lo dejó en el aire.  Operations miró a
Birkoff, levantando una ceja y esperando a que continuase.

‘Pero, ¿qué Birkoff?’ Operations soltó.
‘Pero, los tanques se activaron antes de lo planificado y, bueno, perdimos
un miembro del equipo,’ Birkoff contestó.   Operations, aún sin realizar lo
que Birkoff le trataba de decir, continuó mirando, con apariencia de gran
enojo en su rostro.
Finalmente cuando ya no pudo resistir más el juego de palabras, Operations
puso su mano en la cintura y habló.  ‘Bueno, dile a Michael que se encuentre
conmigo en mi oficina.  Necesitamos averiguar la razón por lo cual hubo
detonación temprana y revisar el informe.’  Operations giró sobre sus
calcañales, y comenzó a alejarse.
Nikita, aclarando su garganta, le habló a Operations. ‘Uh, Michael no se
reunirá con usted’.
Volviendo a mirarla, Operations no pudo dejar de notar un ligero tono de
rabia y desafío en la voz de Nikita.  Mirándola a los ojos, se sonrió para
sí, impresionado por el hecho de que bajo su mirada directa, Nikita ni
pestañeo.
Todavía con una sonrisa burlona, aire de superioridad, continuó mirando a
Nikita ‘Oh’ comenzó ‘¿y por qué no?’ Operations esperando una respuesta de
Nikita.  Pero la respuesta que recibió no era lo que él estaba esperando.
Nikita, quien hasta ese momento, había estado mirándole fija, bajo la vista
de repente, y cambio la posición de sus piernas incómodamente.  Cuando
levantó de nuevo la vista Operations estaba casi seguro de que vio lágrimas
formándose en los ojos de Nikita.
Nikita levantó la quijada, y miró directamente a Operations. ‘Porque,
Michael fue el operativo que perdimos.’
La sonrisa de burla de Operations desapareció de repente, y solo miraba a
Nikita.  Después de lo que pareció una eternidad, cambio la vista.
Quitándose los espejuelos,  frotó el puente de la nariz, y pensó por un
momento. Entonces, después de ponerse nuevamente los espejuelos, miró a
Nikita y Birkoff.
Con un tono de voz más suave, habló nuevamente, despacio. ‘Okay, ustedes dos
bajen a debrief.  Quiero saber todo lo que pasó, y quiero saber porque.’
Nikita y Birkoff afirmaron al unísono, y giraron, caminando por el pasillo,
uno al lado del otro, en completo silencio.  Luego de girar en la esquina,
fuera de la vista de todos, Operations se quedó parado, y miró hacia la
puerta de acceso del vehículo.  Luego giró y camino hacia el pasillo
también, hacia el vestíbulo principal de Section.
*************
Volviendo en sí, lo primero que Michael sintió fue dolor.  Dolor en todo su
cuerpo.  Nunca en su vida, había sentido el dolor que sentía en ese momento.
Tuvo que morderse el labio inferior, para no gritar.
Tratando de abrir los ojos, tuvo que apretarlos para enfocar.  El momento en
que la luz le dio en los ojos, sintió nauseas que le atacaban, y un dolor
intenso en la parte trasera de su cabeza, alojándose allí.  Se movió,
tratando de tapar sus ojos con su brazo, pero realizó que sus brazos estaban
fuertemente amarrados detrás de él.  Tras inspeccionar, notó que sus pies
también estaban atados.
Tratando de soltarse y halando, escuchó que la puerta de la habitación donde
se encontraba se abría.  Mirando hacia arriba, vio dos hombres entrar, y
cerrar la puerta detrás de ellos.  Reconoció a uno de los hombres, sintió
que la rabia crecía dentro de él.  Mientras el hombre caminaba y se acercaba
a él, miró a Michael sonriendo con sarcasmo.
‘Bien, Michael,’ dijo el hombre, ‘nos volvemos a encontrar.’
Michael, tratando de mantener la calma, le devolvió la mirada al hombre sin
demostrar expresión.  No le iba a dar el gusto de saber cuanto le afectaba
la presencia de este hombre.
Mientras el hombre continuaba mirando fijamente a Michael, esperando por una
reacción, Michael habló.  ‘Gideon, creíamos que estabas muerto.’
Gideon solo sonrió, y se paro derecho.  ‘Lamento haberte decepcionado,’
ofreció el hombre.
Michael nunca rompió el contacto visual con Gideon.
Tuvimos información interceptada,’ Michael comenzó, ‘donde hacían mención de
algunos sobrevivientes de Glass Curtain.  Pero nunca pensamos que serías uno
de ellos.’
Gideon, con conocimiento pleno de que Michael estaba tratando
deliberadamente de provocarlo, sonrió y comenzó a dar vueltas alrededor de
Michael, planificando su método de interrogación.
Después de unos minutos, se detuvo detrás de él y continuó.
‘Así es, nos lo habíamos figurado.  Nosotros, The Cristal Shard, hemos
mantenido un perfil muy “secreto”.  Esperando la mejor oportunidad de
ejecutar nuestro plan.  Pero, cuando nos enteramos del interés de Section en
los tanques de combustibles, nosotros, o mejor debo decir, “Yo”, no podía
permitir que una oportunidad tan excelente pasara.
Mientras Michael escuchaba a Gideon, comenzó a sentir una sensación de
malestar.  ‘¿Oportunidad excelente?’ preguntó  Michael.
Parado detrás de Michael, Gideon sonrió con maldad.  ‘Pues, claro.  Una
oportunidad excelente para ejecutar mi venganza’.
Michael continuó mirando fijamente hacia el frente, con su mirada en blanco
fija en un lugar. ‘¿Venganza? ¿Contra Section?’ comentó él.
Gideon, repentinamente entretenido, se rió ruidosamente.  Dio la  vuelta
alrededor de Michael, deteniéndose frente a él, lo miró directamente a los
ojos.
‘No, no sobre Section. Sobre ti, Michael.  Llamémosle restitución por Glass
Curtain, o solo llamémosle restitución para mí.  De cualquier manera, la
deuda será pagada.’
Caminando hacia la puerta, Gideon se detuvo y giró hacia el otro hombre,
quien había entrado al cuarto con él originalmente.  Mientras lo hacía,
Michael notó por primera vez que el hombre traía un maletín en su mano.
‘Haga todo como originalmente planificamos’, Gideon instruyó, ‘y después
dispón de él como desees.’
El otro hombre miró a Gideon, y entonces a Michael, otra vez a Gideon, con
duda en su rostro.
‘¿Qué? ¿Qué?’ gritó Gideon, su voz retumbando sobre las paredes de la
habitación.  “¿Existe algún problema?’
El otro hombre hizo una pausa por un momento, entonces empujó sus espejuelos
hacia arriba, dando su respuesta con voz fuera de tono. ‘¿Usted realiza que
los efectos de lo que usted tiene planeado? Digo, después de esto, puede que
él no recuerde nada, o peor, puede quedar vegetal’.
‘No veo que esto sea un problema, ¿usted sí?’ Gideon contestó, mirando desde
arriba al otro hombre.  ‘De todas maneras, el trabajo se hará.  ¡¡¡Ahora,
prosiga!!!’
Gideon abrió la puerta, y moviendo sobre el umbral, salió con furia de la
habitación.  El hombre caminó hacia donde estaba Michael, se detuvo, se
dobló poniendo su maletín en el piso.  Le quitó los seguros del mismo,
abriéndola y volvió a mirar a Michael.  Buscando dentro del maletín, sacó
una jeringuilla, se paró y se acercó a Michael, con una sonrisa perversa en
sus labios.
‘No se apure,’ aseguro el hombre, ‘esto no le dolerá.’  Entonces introdujo
la punta de la jeringuilla en el brazo de Michael, y empujo el líquido que
había dentro del mismo.
El último pensamiento que Michael tuvo antes de que la oscuridad se
apoderada de él, fue de Nikita.  Y que nunca volvería a verla.
************
Nikita
Nikita se sentó en la cama como si hubiese sentido un corrientazo eléctrico,
bañada en sudor y su pelo pegado a su cara.  Al volver a tener control de su
respiración, y su corazón volver a latir en forma normal, miró alrededor de
su habitación a oscuras.
Entonces notó que estaba actuando como si estuviese esperando encontrar a
otra persona en la habitación con ella.  No, no solo a otra persona... a
Michael.
Se había despertado de su sueño, pensando que lo había escuchado llamándola,
diciendo su nombre.  Pero, ahora, mientras miraba su habitación, pensó que
era parte de su sueño.
Ella no recordaba lo que era dormir toda la noche, desde, bueno, más de una
semana.  Y parecía que por fin el cansancio la vencía.  Sumando a todo esto,
el hecho de que seguía teniendo estos extraños sueños con Michael,
llamándola, como esta noche.
Levantó la cabeza de entre sus manos, y miró fijamente a la pared de
enfrente.  Pensando que tal vez realmente estaba perdiendo la razón, se
levantó y caminó hasta el otro extremo del cuarto.  Bajo los escalones,
hacia la cocina, sin poder borrar la sensación de que todo era más que un
sueño.  Abriendo la puerta y buscando dentro del refrigerador, tomó una
botella de agua.  Camino por al lado del tablero de la cocina, hacia el
sofá, removió la tapa de la botella.
Dejándose caer de golpe en el sofá, tomó un trago largo de agua.  Poniendo
la botella contra su cabeza, en un esfuerzo de refrescarse, una mirada
triste se cruzó por su rostro.  Comenzando a llorar, puso la botella sobre
la mesita.
Entonces  se acurrucó como si fuese una pequeña bola, y se recostó al sofá.
Mientras se mecía, llorando, decía entre dientes solo cuatro pequeñas
palabras, una y otra vez.
‘Lo siento tanto, Michael”.
*************
Recuperándose, lo primero que Michael notó era el ruido de una sirena
mientras se acercaba cada vez más hacia él.  Luchando para sentarse, puso
una mano en la cabeza, en un esfuerzo por detener el martilleo que de pronto
comenzó en la vecindad de la parte trasera de sus ojos.  Pensando que tal
vez iba a morir por el dolor, se quejó.
Luego de unos segundos, el dolor cesó lo suficiente para poder abrir los
ojos, y mirar a su alrededor.  Lo primero que vio fue un individuo con la
ropa harapienta mirándolo fijamente.  Su visión todavía un poco borrosa, no
estaba seguro de estar viendo lo que creía ver.  Cuando trato de hablar, su
lengua parecía estar hecha de cartón.  Después de un momento, y luego de
fallar miserablemente en hacer cualquier sonido coherente, simplemente se
dio por vencido.
Pensando que tal vez podría tener mejor éxito si averiguaba donde estaba, y
ver como había llegado aquí, se trato de levantar.  Al hacerlo, fue atacado
nuevamente por el intenso dolor en su cabeza.  Sin poder detenerse, gritó
del dolor.  Cuando lo hizo, la figura vestido con harapos, que le observaba
arrancó a correr.  Recostándose de la pared, una ola de nauseas vino sobre
él, y sintió que iba a desmayarse.  Inhalo y exhalo profundamente unas
cuantas veces, y la sensación de nausea iba desapareciendo.  Lentamente,
poniéndose de pie, comenzó a mirar sus alrededores.
Noto que su primera impresión era correcta.  Estaba en un callejón, entre
dos edificios, y al mirar hacia arriba, comenzó a llover.  Ya sintiendo el
frío llegar a sus huesos, junto su chaqueta y comenzó a caminar lentamente
hacia delante.  Llegando a la calle, se sentía más seguro de sus pisadas.
Poniendo sus manos sobre la pared de ladrillo, salió a la acera.
Cuando lo hizo, una patrulla de policía paso por su lado deprisa, las luces
del mismo dándole directamente a los ojos.  Sintió el dolor intenso
nuevamente por su cabeza, amenazando con tumbarlo de sus pies.  Pero se
mantuvo quieto por un momento, y el dolor paso de intensidad gradualmente.
Levantando la cabeza nuevamente, notó una pequeña cafetería al otro lado de
la calle; pensando que una taza de café negro bien fuerte era lo que quería,
cuidadosamente cruzo la calle y entro al restaurante.
***********

Kimber tomó el plato de la ventanilla de ordenes, y lo colocó en su bandeja.
Caminando cerca de la maquina de colar café, recogió un garrafón, entonces
camino hacia el otro lado.  Cuando llego a la mesa, colocó el plato frente
al cliente, y le sirvió una nueva taza de café.  El cliente se sonrió con
ella, mientras ella se viraba y caminaba hacia el counter.

Cuando la campanilla de la puerta sonó, Annie levantó la vista y silbó como
un gato cuando ronronea.  Kimber, ignorándola, continuó llenando los
dispensadores de azúcar del counter.  Notando que Kimber no le hacia caso,
Annie caminó hacia donde ella estaba y la toco por el brazo.

‘Alguien pellízqueme,’ dijo Annie casi sin aire, ‘porque debo estar soñando.


Kimber solo sonrió, moviendo su cabeza en diversión continuando con su

tarea.  Pensando que tal vez Annie, otra vez, exageraba para su beneficio,
Kimber optó por no darse la vuelta para no mirar.  Annie siempre tenía la
forma de llegar a ella, y Annie lo sabía, ahora se aprovecharía de esa
habilidad.  Nunca de manera peligrosa.  Solamente en manera traviesa,
cansando a Kimber hasta el final.

Terminando con el dispensador de azúcar, y comenzando a limpiar el counter,
Annie volvió a tocar a Kimber en el brazo.

Kimber miro a Annie, mientras sonreía con malicia.  ‘Este deber ser tu día
de suerte. Te toca a ti, querida’. Annie dijo, dándole un pequeño empujón a
Kimber.

Sabiendo como Annie era, Kimber continuó mirándola, esperando por la
explicación de su comentario.

La respuesta de Annie fue una sonrisa como si el gato se hubiese comido al
canario.  ‘Un ángel ha caído del cielo, y se ha plantado en tu cabina.  Ve a
ver que quiere.’ Mientras Annie le guiñaba traviesamente, Kimber se volteo a
ver a quien se refería Annie.

Girando y mirando hacia la casilla, todo lo que Kimber podía ver era la
espalda de un hombre, con lo que parecía ser una chaqueta de cuero negra.
Pasando la vista por donde estaba Annie, quien todavía estaba sonriendo
coquetamente, Kimber recogió la taza de café, la cafetera y se acercó a la
cabina.

Llegando al borde de la mesa, acomodo la taza de café y comenzó a servir el
café, en ningún momento mirando al cliente.  Entonces, al terminar de servir
el café para retirarse, el hombre tocó levemente la mano de Kimber.  Al
hacerlo, ella lo miró y él habló.

‘Gracias,’ dijo, en tono suave y cansada.

Kimber sin poder contestarle rápidamente, solo le miraba insistentemente.
Parecía no podría dejar de mirar a este hombre.  Ella pensó que no podía
recordar haber visto unos ojos color verde como los de él. Parada allí,
aguantando la cafetera en su mano, admirando al hombre realizó de  que
estaba siento imprudente,  Sintiéndose incómoda, y segura de que se estaba
sonrojando, se volvió para irse, antes de que se avergonzara más.

Al comenzar a alejarse, se paro cuando escuchó la voz del cliente.

‘Uh... disculpe...’ dijo, en el mismo tono de voz otra vez.

Ella sé volteo para encontrarse que él la miraba insistente.

‘Uh... ¿Tu nombre es Kimber?’ dijo.

Kimber asintió con la cabeza.

‘¿Puedo molestarte con otra taza de café?’ preguntó, mientras sostenía su
taza.

Kimber lo miró, y notó que el caballero se había tomado todo su café.
Regresando a la cabina, le volvió a llenar la taza.  Sonriendo, puso la
cafetera sobre la mesa, enfrente al hombre, sacó su libreta de ordenes y su
lápiz.

‘¿Desea que le consiga algo más?’ le cuestionó, sonriendo.

Esperando a que él le diera su orden, Kimber usó ese tiempo para mirarlo con
más detenimiento.  Por lo que podía observar, estaba entre los 30 años.
Tenía el cabello castaño rojizo, el color de las hojas, cuando cambian
anunciando el otoño, y aparentemente no llevaba sortija de matrimonio.

Kimber hizo la anotación de este último detalle, almacenándolo en su memoria
como futura referencia.  Al continuar mirándolo, notó que se estremecía
temblando de frío.  Pensando “Grandísima tonta.  ¿Por qué no le ofreces un
poco de sopa?”

‘Tal vez le gustaría un poco de sopa.  Le podría ayudar a calentarse,’ le
dijo, diciendo más en forma de comentario que de pregunta.

El hombre asintió y haló su abrigo para calentarse.  Kimber sonrió y tomando
la cafetera, camino hasta detrás del counter y se detuvo en la ventanilla de
órdenes.

Parada de puntillas, grito hacia la cocina. ‘¿Oye Sid?  ¿ Por qué no me
preparas un plato de sopa de pollo con fideos?

Una voz contestó desde la cocina afirmativamente.  Kimber, oyendo una risa
sospechosa, giró hacia Annie.

‘Okay, ¿qué es lo gracioso?’ le preguntó Kimber, con sus manos plantadas
firmemente en sus caderas.

Annie, con su mano sobre su boca, atentando inútilmente de no reírse, solo
movió la cabeza de un lado hacia el otro como respuesta.  Kimber comenzó a
presionarla, pero fue interrumpida por la campanilla en la ventanilla de
órdenes sonando, como señal que la orden de la sopa estaba lista.

Sintiendo que presionar a Annie era punto muerto, Kimber solo siguió hasta
tomar la sopa.  Entonces, después de detenerse para tomar una cuchara y
algunas galletas, se encaminó hacia la cabina del hombre.

Llegando y preparando la mesa, el hombre puso sus manos en su cara y
estornudo.  Sacando un Kleenex del bolsillo de su delantal, Kimber se lo
ofreció.  Él es sonrio, lo tomó y procedió a limpiarse la nariz y luego se
lo agradeció.  Levantó su cuchara y tomó su sopa, mientras que otro de los
clientes de Kimber le hizo señas.  Antes de seguir, Kimber habló con el
hombre.

‘Si necesita algo más, me avisa.  ¿Okay?’ le instruyo.

El hombre la miró con una expresión de gratitud en su rostro.  Esperando a
que dijera que sí con su cabeza, Kimber se volvio y se acercó a la otra
cabina que se encontraba no muy lejos de la de él.

***********

Terminando de poner los platos sucios en el fregadero, y limpiar el counter,
Kimber miró el reloj.  Solo faltaban cinco minutos para terminar su turno, y
estaba agradecida que se iba para su casa.  Tuvo de doblar el turno, porque
su amiga y compañera de trabajo Tina llamó enferma.

Caminando a través de las puertas dobles, que daban hacia la parte trasera
del restaurante, Kimber caminó hasta el fregadero, y puso un grupo de
platos.  Abriendo el agua, comenzó a enjuagarlos, antes de ponerlos en el
lavaplatos industrial.  A través del ruido, escuchó la voz de Annie
llamándola.

‘Oye Kimber,  Uno de mis clientes necesita la cuenta y estoy un poco ocupada
’.

‘Okay, Annie, yo lo atiendo’, contestó.  Enjuagando el último plato, se secó
las manos, y atravesó las puertas dobles y llegó a la caja registradora.

Esperando por ella era él.  Se veía peor que cuando había llegado y parecía
estar confuso.  Moviendo las manos sobre sí mismo, y tocando sus jeans y los
bolsillos de su chaqueta, levantó los ojos al verla acercarse.

Sacando su libreta de órdenes y removiendo la orden de él, y activo la caja.
‘Su orden suma $3.20’, le dijo ella mirándolo.  Él continuó revisando sus
bolsillos, sintiéndose cada vez más incómodo.  Después de unos minutos y de
sonrisas nerviosas, se sonrojó y aclaró su garganta.

‘Podría parecer... quiero decir... bueno’ antes de que continuara, Kimber
sonrió y asintió con la cabeza.  ‘Sabes, ¿por qué no decimos que este es por
la mi?’ ella ofreció, tratando de evitarle mas vergüenzas.

Él asintió despacio con la cabeza, mirándole con sorpresa por la oferta.
‘Gracias... Kimber’, dijo.  Cuando él dijo su nombre, ella sintió que la
palabra le acariciaba la piel, hasta llegar a su espina.  Era la sensación
más erótica que ella hubiese experimentado.

Terminando de pasar el resto de la venta, tomo dinero de su bolsillo y lo
puso en caja registradora.  ‘Gracias, y por favor, vuelva pronto’, le dijo a
él sonriendo.  Él le devolvió la sonrisa.  ‘Lo haré y tal vez la próxima
vez, ¿la comida vaya por mí?’ ofreció.

Kimber bajo la mirada y puso su mano en su cuello.  Después de unos segundos
levanto la vista.  ‘Seria muy gentil de su parte,...’ pausó esperando a que
él le dijera  su nombre, Una mirada de confusión cruzó el rostro de él,
remplazado rápidamente por una sonrisa.  Después de unos segundos, aclarando
su voz dijo ‘Michael, mi nombre es Michael’.

Entonces, alejándose de la caja registradora, cruzó la puerta.  Abriéndola,
la campanilla sonó y Kimber lo vio alejarse.  Antes de haber cruzado por
completo, miró sobre su hombro una vez más, y se sonrió con ella.  Entonces,
pasando el umbral, la puerta se cerró tras él.

***********

Quitándose el delantal, y recogiendo su propina, Kimber agarro su cartera,
camino a la puerta de salida.  Al abrirla, Annie la llamó.

‘Recuerda, que mañana en la noche todos vamos a ir a Hap’s para tomarnos
unos tragos y bailar.  Y no aceptaré un “no” como respuesta esta vez’.

Kimber se sonrió y asintió con la cabeza.  ‘¡¡Okay, okay!!  Iré’.  Entonces
saliendo de la tienda, murmuró para si, ‘aunque sea la única que no tenga
pareja’.